martes, 27 de diciembre de 2011

La violencia, el miedo y el sufrimiento

Reflexiones en mi cautiverio
(Primera de tres partes)
Y esto es lo que la violencia hace al ser humano. Hiere, destroza, desfigura.
La violencia es una fuerza transformadora. Hace al hombre una criatura, un haz de fibras estremecidas que grita, carne doliente. La sustancia de toda violencia reside en la destrucción física.
Pero eso no es todo. El cuerpo no es una parte del hombre, sino su centro constitucional. Por eso el daño afecta por igual al alma y al espíritu, al yo y a la existencia social.
Poco hay de sorprendente en el hecho de que, buscando documentos sobre el sufrimiento, no se tarde en dar con imágenes.
Ciertamente hay testimonios de supervivientes de la violencia, hay tentativas elocuentes de ordenar el vocabulario del dolor en un diccionario médico. Y no hay pocas descripciones de escenas violentas. Pero leyéndolas atentamente se advierte que el lenguaje gira en torno a los actos y a los autores.