Infierno en la prisión: el calor

(Reflexiones en mi cautiverio)

...Al llegar la primavera el calor se enseñorea en mi pequeña celda en la que me encuentro recluido las veinticuatro horas del día, su comportamiento es cruel y tirano, minuto a minuto estoy al pendiente de su hostilidad y espero con ansia los momentos en que es menos agobiante. 
Durante la mayor parte del día se adhiere a mi cuerpo y me oprime con el rigor de una camisa de fuerza. 
Un sudor espeso, ácido, pegajoso y picante empapa mi cuerpo, me obliga a permanecer desnudo la mayor parte del día, con excepción de los pocos instantes que los guardias tardan en pasar las cuatro listas al día. 
Devasta mi ánimo y consume mi energía sumiéndome en un molesto letargo. 

Por reglamento no puedo hacer uso de la cama más que las horas destinadas a dormir, la demás parte del día debo permanecer parado, deambulando en el pequeño espacio (tres metros lineales) o sentado en un pequeño banco de concreto. 
Afuera los rayos del Sol caen a plomo sobre el gorjeo estruendoso de las aves silvestres: prisioneras voluntarias en los confines de la prisión.
Una corriente de aire entra avasalladora por la pequeña ventana, tiene el efecto del fuelle que aviva el fuego en la fragua del herrero. 
Por las noches la cama se convierte en piedra de holocausto y la almohada en yugo candente. 
Aquí todo se humedece, ¡hasta las ideas sudan! ¡Me sudan las entrañas!, ¡me tortura, no respiro el aire caliente!
En las sábanas empapadas de mi insomnio sigo confinado en esta celda, ínsula infernal, desgranando minutos a mi encierro, transpirando gotas de plomo líquido. 

Sé muy bien que después de este encierro, en sus consecuentes pesadillas, siempre surgirá el murmullo de estas noches ¡pegajosas hasta la desesperación!
Todo me conduce a recordar mis apuntes de Historia de las Ciencias de mi época de bachiller: 
"LA RESPIRACIÓN NO ES MÁS QUE UNA COMBUSTIÓN LENTA DE CARBONO E HIDRÓGENO, SEMEJANTE EN TODO A AQUELLA QUE SE EFECTUA EN UNA LÁMPARA O BUJÍA ENCENDIDA, Y DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LOS ANIMALES QUE RESPIRAMOS, SOMOS VERDADEROS CUERPOS QUE ARDEN". 
El calor infernal me devuelve a la realidad de mi encierro...

Playa Bagdad, Abril de 2011.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me pregunto si este encierro es consecuencia de una mala accion/decision o es una verdadera injusticia.