lunes, 16 de enero de 2012

La violencia, el miedo y el sufrimiento III

Reflexiones desde mi cautiverio
(Tercera de tres partes)
“No somos sino carne, potencial carne de matanza…”
Francis Bacon

No es solo la lesión que desfigura el cuerpo lo que quebranta al hombre: su posición en el mundo queda de todo modo trastornada. La violencia afecta al hombre en lo más íntimo, sometiéndolo así en su totalidad.
Quien considera la violencia tan solo como un proceso físico, externo, no ha comprendido lo más mínimo sus efectos.
La violencia traspasa a la persona entera, desencadena en ella fuerzas internas que la derriban. Las personas no pueden dominar el miedo y el dolor, tan poco como parar el próximo golpe del enemigo. La violencia libera a quien la ejerce y destroza a la víctima. Mientras aquel se expansiona, esta se contrae hasta la nulidad. Aunque el hombre víctima de la violencia sobreviva, nunca volverá a ser el que era antes.
La violencia actúa ya antes de la primera lesión. Una amenaza poderosa quebranta las formas de la conciencia del espacio y del tiempo. El mundo familiar se torna súbitamente incierto; todo en él está trastornado. El mundo deja de ser seguro, deja de ofrecer protección y refugio. Y además no hay por dónde escapar.
El miedo sujeta al hombre al aquí y al ahora. No existe más fuera del miedo. El tiempo se reduce al instante presente. El saber y las experiencias pierden su valor, y sólo jirones de recuerdos desfilan por el cerebro. Las esperanzas se borran.
La violencia III

lunes, 2 de enero de 2012

La violencia, el miedo y el sufrimiento II

Reflexiones desde mi cautiverio
(Segunda de tres partes)
El dolor es el dolor. Ni es un signo ni es portador de ningún mensaje. No revela nada.
No es sino el mayor de todos los males. Lo que para el violento es una dilatación de la libertad y del poder, para la víctima es un ultraje.
La violencia es lesiva y afecta directamente al cuerpo. Ninguna otra contingencia es tan constrictiva como la violencia.

martes, 27 de diciembre de 2011

La violencia, el miedo y el sufrimiento

Reflexiones en mi cautiverio
(Primera de tres partes)
Y esto es lo que la violencia hace al ser humano. Hiere, destroza, desfigura.
La violencia es una fuerza transformadora. Hace al hombre una criatura, un haz de fibras estremecidas que grita, carne doliente. La sustancia de toda violencia reside en la destrucción física.
Pero eso no es todo. El cuerpo no es una parte del hombre, sino su centro constitucional. Por eso el daño afecta por igual al alma y al espíritu, al yo y a la existencia social.
Poco hay de sorprendente en el hecho de que, buscando documentos sobre el sufrimiento, no se tarde en dar con imágenes.
Ciertamente hay testimonios de supervivientes de la violencia, hay tentativas elocuentes de ordenar el vocabulario del dolor en un diccionario médico. Y no hay pocas descripciones de escenas violentas. Pero leyéndolas atentamente se advierte que el lenguaje gira en torno a los actos y a los autores.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Urbanicidio II

Reflexiones en mi cautiverio
Al leer y compenetrarme en la esencia de la narración que data de tiempos de la conquista, no deja de sorprenderme, de inquietarme, que dicho texto bien pudiera corresponder a una narración, quizás un tanto metafórica de la situación que prevalece en muchas de las ciudades y pueblos de nuestro país.
En el manuscrito de Tlatelolco se narra el urbanicidio de la gran Tenochtitlán, su destrucción, su aniquilamiento.

domingo, 11 de diciembre de 2011

La lucha que parió el amor

México, 12 de diciembre.- El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), que encabeza el poeta mexicano Javier Sicilia, recordó el día de ayer a los más de 10.000 desaparecidos que, según sus cuentas, hay en México y la situación "de luto" que viven sus familias, muchas de la cuales han quedado desamparadas.
En el corazón de la ciudad de México, bajo la protección “virtual” del Ángel de la independencia, Javier Sicilia exigió ante cientos de mexicanos a las autoridades Justicia y Paz para nuestro país y sus ciudadanos.
Aseveró el poeta que el Estado mexicano carga con "un tremendo crimen" que consiste en "haber negado a las víctimas, olvidarlas, ponerlas como una numerología que puede ser de 1 o de 10.000, no importa".

viernes, 9 de diciembre de 2011

El furor de las denuncias

Reflexiones en mi cautiverio
En Roma era permitido a un ciudadano acusar a otro, esto se había establecido según el espíritu de la República, en la cual todo ciudadano había de tener un celo sin límite por el bien público. Pero contrario a esto se exigía que cada hombre tuviera un celo ilimitado por el interés de sus pasiones, esto ocasionó que aparecieran un tipo de hombres funestos, una turba de infames delatores.
Todos los ambiciosos de alma baja delataban a cualquiera, culpable o no, este era el camino de los honores y de la fortuna.
Esto lamentablemente sucede actualmente en nuestro país a grado tal que alcanza lo que bien podríamos llamar un alarmante furor por las denuncias Anónimas. Esta circunstancia agota al país al conjugarse con el estado de Guerra, ya que todo ha llegado a ser motivo de delación.
La Guerra alimenta esta clase de denuncias y se dan casos que cuando algún hombre valeroso levanta la voz protestando por esta situación, el poder político se encarga de aniquilarlo.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

El espíritu de las leyes. La Tortura II

Reflexiones en mi cautiverio
La Tortura al servicio de la "justicia" humana tiene una larga historia. No es necesario narrarla en todos sus estadios. Vamos a mencionar sólo una figura argumentativa porque sigue influyendo con éxito en el ámbito de la Procuración de Justicia y en sus fases previas averiguatorias: periodo de investigación en los que intervienen las fuerzas del orden: Policías, Ejército, Marina Armada, etc...
Durante la Tortura la memoria del terror está viva, el torturado es víctima de una satanización represiva y regresiva.
Los verdugos al igual que los buitres no son "aves ceremoniosas" e igual que estos no dejan defensa a la víctima, picotazo a picotazo la devoran.
Tortura II